“EL GRAN DESAFÍO FUE DAR A CONOCER A LA SOCIEDAD EN QUÉ CONSISTÍA EL TRABAJO DE UN ECONOMISTA”

Eduardo Zuñiga Pérez del Molino, decano fundador del Colegio de Economistas de Cantabria, reflexiona sobre el papel que ha desempeñado la institución a lo largo de sus 40 años de historia y sobre los retos que a nivel personal y profesional afrontó durante los 11 años de su mandato 

¿Qué significó para usted liderar el Colegio de Economistas? 

Significó un reto, ya que había que construir, desde cero, una estructura colegial que pudiese afrontar los retos que tenía la profesión, que estaba todavía en un momento incipiente, y había que darle contenido y visibilidad. Por otra parte, alcanzar el decanato de mi carrera supuso una satisfacción y un orgullo 

¿De qué manera influyó su experiencia al frente del Colegio en su desarrollo profesional y personal?

En mi desarrollo profesional, constituyó un revulsivo para mi formación. Ser representante de un colectivo tan variado y que abarca tantas ramas, tener la responsabilidad sobre el mismo, me obligaba a conocer más en profundidad todas sus facetas. Al finalizar el mandato, me había enriquecido notablemente en los diversos aspectos de mi profesión. En el plano personal, fue muy satisfactorio. Además, el trabajo de 11 años luchando por consolidar una profesión, entonces tan joven, me hizo progresar en mis aptitudes.  

Durante su mandato como decano, ¿cuál considera que fue el logro más significativo que se consiguió?

No se puede hablar de un logro, pues fueron muchos. Al ser una profesión muy joven y novedosa, era poco reconocida en la sociedad y fue algo que nos obligó a esforzarnos mucho para lograr visibilidad y darnos a conocer. Creo que fue un gran paso el conseguir nuestra propia Asociación de Auditoría, que nos daba autonomía en este campo y no dependíamos de otros órganos ajenos. Al mismo tiempo, suponía un reconocimiento en el ámbito contable. Asimismo, la entrada en los juzgados como peritos forenses nos abrió un nuevo campo en el que, anteriormente, actuábamos poco. En general, todas estas acciones nos dieron mayor visibilidad, lo que supuso el aumento del conocimiento de los economistas. Por otra parte, un hecho muy importante fue la adquisición de un piso para sede colegial, que fue el comienzo de una nueva etapa de desarrollo.  

¿Y cuáles fueron los grandes desafíos a los que se enfrentó durante su mandato y cómo se abordaron?

El gran desafío fue dar a conocer a la sociedad en qué consistía el trabajo de un economista. Fuimos a explicar a diversos colectivos los aspectos de nuestra profesión y publicamos artículos y opiniones en la prensa. Combatir el intrusismo fue otra de las luchas que mantuvimos. Como no existía un órgano que representara al sector, había varias personas que se hacían pasar por economistas. Y por supuesto, el desafío mayor fue crear el Colegio a partir de cero.

¿Cómo describe el impacto que ha tenido el Colegio en la defensa de la profesión de economista?

Si comparamos nuestra posición inicial, cuando éramos una profesión poco reconocida en el momento de la fundación del Colegio, con nuestra situación actual en la que somos reconocidos por organismos y empresas, se puede apreciar claramente el impacto inmenso que hemos tenido.

¿Qué aspectos del Colegio cree que han sido fundamentales para fortalecer la imagen y reconocimiento de la profesión a lo largo del tiempo?

El aspecto fundamental es la preparación que hemos logrado de los economistas. Los esfuerzos que hemos realizado en la formación han dado resultado y hoy tenemos un colectivo que puede afrontar con eficacia las diversas ramas de la profesión.

Como antiguo decano, ¿cómo valora el trabajo realizado por las sucesivas juntas directivas?

El trabajo ha sido intenso. Todos los miembros de las diferentes juntas directivas han dado lo mejor de sí mismos para conseguir mantener y mejorar la calidad de nuestros colegiados.

Bajo su punto de vista, ¿qué futuro le espera al Colegio y a la profesión de economista?

El futuro no puede ser mejor. Hemos aumentado la colegiación hasta 1.000 colegiados, que se acercarán a 1.200 con la unión con el colegio de Empresistas, y cada día somos más valorados por las empresas e instituciones.

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